El arte histórico en Plasencia
Plasencia en sus orígenes
Extremadura es una de las comunidades que cada día es más
visitada por el denominado "turismo cultural", saliendo del cierto
anonimato que sufría hace unos años. Y no es nada extraño este renovado
interés, pues se trata de una sorprendente y bella tierra, repleta de sorpresas
paisajísticas y monumentales, amén de gastronómicas.
Las provincias de Cáceres y Badajoz nos ofrecen multitud de
románticos rincones y pueblecitos con gran sabor rural. También cuenta con
ciudades prodigiosas en monumentalidad (arte romano, visigodo, musulmán,
románico, etc.) como las capiteles provinciales: Cáceres y Badajoz, o las
preciosas poblaciones históricas de Mérida, Trujillo, Plasencia, Coria, etc.
Plasencia es una de las
ciudades más monumentales de España. Cuenta con dos catedrales (al estilo de lo
sucedido en Salamanca) y perderse por sus calles es una delicia para los
sentidos pues nos mezclaremos con palacios renacentistas e iglesias medievales.
Alfonso VIII funda Plasencia en 1186 con el famoso lema:
"UT PLACEAT DEO ET HOMINIBUS" (Para placer de Dios y de los hombres).
De ahí el nombre de Plasencia. Está situada entre los valles del Jerte, Ambroz,
Vera y Hurdes. El motivo de su fundación fue tener una ciudad adelantada que
reforzara las posiciones cristianas frente a los almohades (que incluso
llegaron a tomarla efímeramente en 1196). Dicho carácter militar propició el
fortalecimiento de la ciudad a finales del siglo XII con la creación de la
muralla y el reforzamiento con la barbacana.
Los belicosos caballeros placentinos pronto intervendrán en
numerosas batallas de la reconquista (Castillo del puente del Congosto, Alardo,
Navas de Tolosa, Baeza, Sevilla).
En Plasencia se construyeron a lo largo del siglo XIII
numerosas iglesias tardorrománicas, que han perdurado parcialmente, sobre todo
por las reformas góticas de los siglos XV y XVI que aprovecharon gran parte de
sus fábricas pero enmascarándolas.
Entre los monumentos tardorrománicos de
esta guía de Plasencia, citaremos aquí brevemente algunas partes de
la catedral vieja, y algunos elementos de las iglesias de San
Nicolás, San Pedro, El Salvador y Magdalena.
Lo mejor conservado de estos templos parroquiales de los
distintos barrios de la Plasencia medieval son algunas portadas y ábsides.
Estos últimos tienen características comunes al ser de mampostería concertada
de granito, tener salientes y lisas impostas y ventanales de medio punto de
aristas vivas sin columnas. Con todo, el templo más importante del románico
placentino, al margen de ciertas partes de la Catedral Vieja, es el de la
Magdalena.
Catedral Vieja de Plasencia (Catedral de Santa
María)
La catedral vieja de Plasencia debió iniciarse ya a finales
del siglo XII o comienzos del XIII y se concluyó un siglo más tarde, en el XIV.
Fue obra de los maestros Juan Francés, Juan Pérez y Diego Díaz.
A finales del siglo XV se decidió levantar una nueva
catedral, de tamaño muy superior que destruyó el crucero y parte de la
cabecera.
Tras este suceso, la mejor parte románica que nos ha
llegado de la catedral vieja de Plasencia es el hermoso hastial occidental con
su portada.
Portada occidental
Esta portada tiene seis arquivoltas baquetonadas de medio
punto que apean sobre columnas románicas de capiteles vegetales y algunos
zoomórficos. Uno de ellos nos muestra una pareja de aves (¿faisanes?) juntando
sus picos.
Las jambas interiores también están decorados con plantas y
figuras más bien monstruosas.
Un matiz decorativo imperante en esta puerta y otras
portadas placentinas y de la comarca es la presencia de puntas de diamante en
las aristas de las jambas.
Por encima del arimez hay una hornacina con esculturas que
representan al Arcángel Gabriel y la Virgen en la Anunciación, obra gótica -con
hieratismo románico- del siglo XIV.
Más arriba, remata el conjunto un rosetón con vidrieras.
La iglesia es de tres naves y cuatro tramos con pilares y
columnas románicas pero con bóvedas de crucería.
El Claustro
De planta irregular es de evidente transición del románico
al gótico, deja ver la unión de las dos catedrales, la Vieja románica y la
Nueva gótica.
Los lados meridional y oeste presentan arcos, columnas y
capiteles románicos, que permiten apreciar, en éstos últimos, escenas de
animales y bíblicas.
Los arcos apuntados y las bóvedas corresponden a influencia
cisterciense.
Los lados norte y este son claramente de estilo gótico y
corresponden a la Catedral Nueva. En el centro del patio puede verse una fuente
gótica.
Una de las sorpresas más agradables de la catedral es la
antigua sala capitular, hoy convertida en la capilla de San Pablo, cuya torre
gallonada (Torre del Melón) tiene abovedamiento de estilo cúpula
"bizantina" es decir, con la estructura de la Torre del Gallo de la
Catedral de Salamanca y que tiene homólogos ejemplos en la Catedral de Zamora y
Colegiata de Toro.
Iglesia de San Nicolás
Esta iglesia parroquial se encuentra en el centro de la
plaza de San Nicolás, uno de los más bonitos rincones de Plasencia,
no muy alejado de las catedrales.
Fue construida en el siglo XIII en estilo románico tardío.
Pero tras las reformas posteriores es un edificio
básicamente gótico.
Sin embargo, de la iglesia original conserva elementos
románicos muy importantes, como las dos portadas meridional y septentrional más
el campanario.
La portada septentrional es la
principal y tiene cinco bellas arquivoltas apuntadas sobre columnas con
capiteles románicos. De nuevo vemos las jambas decoradas con puntas de
diamantes, como en la catedral. La puerta meridional es más sencilla aunque
también hermosa.
La iglesia de San Nicolás de Plasencia conserva también una
torre con ventanales románicos en su cuerpo superior y una pila bautismal
románica en su interior.
Iglesia de San Pedro
La iglesia de San Pedro es uno de los templos que con más
nitidez se aprecia su pasado románico de comienzos del siglo XIII, aunque es
obvio que no se ha librado de reformas y reconstrucciones. Sin embargo, tanto
el exterior como interior del ábside se han salvado de las transformaciones,
apreciándose un gran tambor absidal semicilíndrico con imposta y ventanal
además de canecillos, algunos de ellos figurados.
Interiormente, esta cabecera muestra su arco triunfal
doblado y apuntado, tramo presbiterial de medio cañón apuntado y el ábside con
bóveda de horno.
En el costado norte hay una sencilla pero muy correcta
portadita románica de arquivoltas de medio punto.
Iglesia del Salvador
en la iglesia de El Salvador se ha conservado el ábside
bien restaurado, hecho de mampostería concertada y articulado por dos impostas
lisas y resaltadas más un ventanal central. También es románico el primer
cuerpo de la torre campanario.
El interior del ábside es severo en ornato pero gallardo en
su arquitectura. Se muestra alto y esbelto. Está abovedado por cascarón de
ladrillo en el ábside y medio cañón apuntado en el presbiterio. Dos columnas
soportan el arco triunfal.
Iglesia de la Magdalena
La iglesia de La Magdalena ha estado durante mucho tiempo
reducido a un montón de ruinas, cuando de hecho es uno de los monumentos más
antiguos e interesantes de Plasencia.
En los últimos años se ha realizado una polémica obra de
restauración y conversión de la ruina en un centro de interpretación.
Del templo original se conservan dos ábsides de los tres
que debió tener. Lamentablemente la restauración no ha impedido que no sean
visibles completamente desde el exterior.
Iglesia de San Martín
La Iglesia de San Martín construida en estilo románico
tardío en el siglo XIII. Se considera la más antigua de la ciudad. La fachada
está construida con piedras de mampostería de diferentes tamaños y formas, la
portada principal con arco apuntado y tres arquivoltas, carente de todo tipo de
decoraciones.
Iglesia de San Esteban
La Iglesia de San Esteban data del siglo XV, aunque fue
levantada sobre otra de origen románico (siglo XIII). La portada bajo ajimez,
con arcos ojivales presenta tres arquivoltas que apean sobre capiteles
floreados Su ábside es de estilo gótico, y el retablo mayor es de estilo
plateresco de transición al barroco.
Puerta del Palacio de Monroy
Interesante es el Palacio de Monroy o de
las Dos Torres (aunque ahora sólo queda una tras la demolición
en 1913 por un erróneo diagnóstico de ruina). Originalmente es del siglo XIII,
centuria de la que conserva su portada de transición rodeada por las figuras de
dos grandes leones de tradición románica. No hay que dejarse engañar por el
aspecto exterior del resto del edificio pues no es medieval, sino una
combinación de neogótico y modernismo construido en la reconstrucción de
principios del siglo XX.
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